La sobrina

[punished]

Todo empezó por casualidad. Su sobrina Ena, había llegado a su casa hacia un años y medio, para estar los próximos 4 estudiando el grado de Químicas desde el pueblo de su mujer. Era la hija mayor de sus cuñados. Ya la primera semana de estancia, cuando iba a salir, se le cayeron las llaves, y al agacharse, le quedó claro que no usaba la típica ropa interior de algodón cómoda, sino mas bien de aquella que si la ves puesta quieres que dure así lo menos posible. Ya era un tormento tener a una preciosidad morena de 19 añitos, paseando en ropa ajustada o minifalda por casa. Aquello era tremendo. Era una versión mejorada de su ya de por si hermosa mujer. Manuel era un hombre débil, y hacía tiempo que había quedado atrás lo de fantasear con ella. Cuando la programación de turnos en la fábrica le hacia tener fiesta entre semana, con su mujer fuera trabajando hasta las 8, y su sobrina en clase, asaltaba su cajón de ropa interior, fantaseando con cómo le quedarían esos conjuntos de sujetadores y tanga de encaje o esas braguitas de tacto sedoso. Y de allí, el coger la lencería usada de su sobrina del cesto de la ropa sucia, y tras olerla, envolver su pene con la delicada tela, y masturbarse hasta descargar en ella su semen fue solo un paso.

Era martes, 5 de la tarde. Nuevamente, tenía el día de fiesta que correspondía tras cambiar el turno de mañanas al de tardes. Y estaba solo en casa. Una vez más se dirigió al cuarto de Ena. Vestido únicamente con sus calzoncillos, para que fuera mas fácil masajear su miembro, nuevamente abrió el cajón de ropa interior de su sobrina, nuevamente sus dedos se paseaban por aquel indescriptible muestrario de feminidad, y nuevamente cerró los ojos y se puso a imaginarla con ….

- ¡¡¡¡PERO QUE HACES, DEGENERADO!!!!

¡Que coj… hacia Ena allí! Debía estar en la Facultad. Se quedó paralizado, sin saber que hacer, con la mano en el cajón. Ella ya se estaba acercando. De una patada, lo había cerrado con violencia, atrapando su mano. Un aullido de dolor salió de su boca.

- ¡¡¡¡¡¡AUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!

Retiro la mano del cajon. Durante 5 segundos su pensamiento estuvo en su maltrecha mano. Hasta que ….

- ¡Voy a llamar a tía! ¡Te voy a arruinar la vida, hijo de puta!

Reaccionó rápido ante esa frase, que era todo terror. Se abalanzó sobre Ena. Y pasó sus dos brazos por el cuello de ella. Forcejeaban. Todo lo débil que era de carácter, lo tenia de fuerte. Podía controlar a su sobrina.

- Por favor, no digas nada. Podemos llegar a un acuerdo. No arruines mi vida. Haré lo que me pidas.

Y de repente sucedió algo que ganas pensaba que pudiera pasar. Con un poderío que jamás pensaba que una chica de menos de 60kilos pudiera tener, sintió como echaba con fuerza su culo hacia atrás, mientras tiraba de él. No pudo hacer nada para que sus pies dejaran de contactar el suelo, para que su cuerpo saliera “de orejas”, y para acabar cayendo de espadas sobre la cama de 135 del cuarto de los invitados, que ella ocupaba.

Antes de que pudiera reflexionar, sobre lo que acababa de pasar, su sobrina había colocado sus muslos rodeando el cuello de Manuel, paso un brazo por su entrepierna, se tumbo boca abajo en la cama, y empezó a apretarle el cuello. Al notarlo, empezó a forcejear, para librarse de aquella tenaza. Su cuerpo se arqueaba para salir de la posición, pero Ena lo mantenía inmovilizado sin esfuerzo. Trato con sus manos de separar los muslos, pero no era capaz de separarlos ni un centímetro. Trato de apretarle fuerte en el culo, pero cuando iba a darle por 3ª vez, la mano se detuvo en el aire. Ella había puesto la mano en los testículos, y un apretón serio bastó para detenerle.

2 minutos bastaron para que sus infructuosos esfuerzos le agotaran. Sentía vergüenza, de que le hubieran pillado, de que su sobrina de 1’65m le hubiera vencido con tanta facilidad, y sobre todo, de que se hubiera dado cuenta que estar así de indefenso ante ella … le estuviera excitando.

- ¡Por favor, no me arruines la vida!

Ella no respondió. Pero de repente, vio como ella usaba su mano para cerrar mas el cerco sobre su cuello. En seguida sintió que esto era “otra cosa”. 5 segundos más tarde … ya no pensaba nada.

- A estas alturas ya habrá perdido el conocimiento, pero tengo que seguir...

¿Continuará?

[punished]

Hola. Querria seguir esta historia, pero igual que en la que acabo de empezar Eva va a ser una chica mandona, pero maja, aqui quiero que Ena sea una autentica desalmada.

¿Ideas?