La mejor sesion de lucha mixta de mi vida.
En Bilbao es difícil encontrar chicas que hagan lucha mixta. Hace un año aparecieron dos de paso, pero se fueron pronto. Así que una mañana que tenia libre, me fui a una sala de masajes en la calle *********, portal Nº *****, piso ***** (solo doy la dirección exacta o el teléfono por mensaje privado) y les mostré a las chicas un video en mi movil con una lucha mixta entre dos chicas en bikini haciendo lucha cuerpo a cuerpo juntas contra un hombre.
Primero le mostré el video a la gerente. Luego ella habló con las chicas, que eran tres. Vinieron las tres juntas y les mostré de nuevo el video. Dos de ellas se ofrecieron y tras regatear en el precio, acordamos 70 euros por chica, por una hora (esto fue por la mañana. A media tarde los precios suben) Total, 140 euros. Solo lucha libre. Nada de golpes, aunque ellas podían darme bofetadas.
Las chicas eran las dos de raza negra, sudamericanas diría yo. Se hacían llamar Naomi y Chantal. Naomi era algo mas alta que yo, con unos pechos masivos, impresionantes, pelo rizado. Peleaba desnuda. Chantal era algo mas bajita, buenos pechos pero que parecían pequeños comparados con los de su compañera, y peleaba en lencería, pelo liso. La habitación era enorme, asi que había espacio de sobra para poner el colchón en el suelo y apartar los muebles. Yo estaba desnudo y mi erección era notoria, haciendo que las chicas se riesen. Yo les reté a que no iban a ser capaces de lograr que me corriese.
Nos pusimos de rodillas frente a frente y comenzó la lucha. Me arrojé sobre Naomi y rodamos por el suelo. Chantal vino en ayuda de su compañera y era maravilloso rodar por el suelo con aquellas dos, agarrándolas y tocándolas. Yo era mas fuerte que cualquiera de ellas por separado, aunque no mucho más fuerte, y ellas eran dos pero no se coordinaban demasiado. La primera media hora fue el paraíso. Ellas no se dejaban vencer, sobre todo cuando intentaba besarlas en la boca (algo que ellas preferían no hacer) pero al final logré besarlas en los labios un par de veces, pese a su resistencia. Me pase toda la lucha empalmado. Ellas intentaban excitarme todavía mas, pero yo quería prolongar aquello al máximo.
La segunda media hora, yo ya estaba cansándome y ellas empezaban a cogerle el gusto a la lucha sucia cuerpo a cuerpo, y parecían aprender rápido, de manera que mas o menos tras 40 minutos, ellas me habían inmovilizado a base de bien y empezaban un inexorable trabajo manual. Yo me resistí todo lo que pude mientras seguía luchando y forcejeando para liberarme, hasta que ellas ganaron la apuesta y me dejaron ordeñado del todo. Luego me di una ducha en una cabina situada en la propia habitación.
Por desgracia estas chicas están en Bilbao solo durante un mes, así que pienso repetir pronto, antes de que se vayan.
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